El fútbol internacional comienza a proyectar cambios reglamentarios con la mirada puesta en 2026. El International Football Association Board (IFAB), organismo encargado de definir las Reglas de Juego junto a la FIFA, tiene previstas dos reuniones clave en los primeros meses del año próximo para evaluar ajustes vinculados a la gestión del tiempo, el uso del VAR y la incorporación de nuevas tecnologías al arbitraje.
La primera cita será la Annual Business Meeting, que se realizará en enero en Londres. Allí se analizarán ensayos, se revisarán experiencias recientes y se ordenarán las propuestas que podrían llegar a votación. En febrero, en Gales, se llevará a cabo la Annual General Meeting (AGM), la asamblea en la que se aprueban o descartan oficialmente las modificaciones reglamentarias.

Uno de los ejes centrales es el control del tiempo efectivo de juego. Tras la implementación del límite de ocho segundos para que el arquero retenga la pelota con las manos, IFAB evalúa reforzar mecanismos visibles de control y sanciones más claras para evitar demoras sistemáticas. El objetivo es reducir interrupciones, agilizar el juego y disminuir las discusiones dentro del campo.
En la misma línea, se busca consolidar el rol del capitán como único interlocutor habilitado para dialogar con el árbitro en determinadas situaciones. La medida apunta a ordenar la comunicación, evitar protestas colectivas y reforzar la autoridad arbitral sin recurrir a sanciones permanentes.

El VAR seguirá siendo uno de los temas más sensibles. Entre las opciones en análisis figuran la posibilidad de intervenir en segundas tarjetas amarillas y la estandarización de criterios entre distintas competencias. Si bien no hay consenso, IFAB evalúa cómo ampliar su uso sin afectar la fluidez del juego ni convertir a la tecnología en un control constante.

Otro aspecto en estudio es la transparencia en las decisiones. Continúan las pruebas para que los árbitros expliquen públicamente los fallos revisados por VAR, una práctica ya aplicada en algunas competiciones, incluida la Argentina, con el objetivo de mejorar la comprensión del público y reducir controversias.

Además, IFAB y FIFA analizan el uso de cámaras corporales en árbitros y otras herramientas tecnológicas con fines formativos y educativos, priorizando la capacitación antes que la exposición mediática.
Desde el ámbito arbitral, el enfoque no apunta a modificar la esencia del juego, sino a optimizar la aplicación de las reglas y acompañar la evolución del fútbol moderno. Las definiciones que surjan en las reuniones de 2026 no solo impactarán en el próximo Mundial, sino que marcarán el rumbo del arbitraje en los años siguientes.
Fuente: Medios
