Los dibujos animados y la dictadura

El gobierno de facto us贸 la animaci贸n para divulgar sus ideas autoritarias, as铆 como prohibi贸 creaciones destinadas a las infancias que no conjugaban con sus ideales retardatorios. Con el correr de los a帽os, los dibujos se convirtieron en herramienta contra el olvido.

Como parte de su intento por modelar una sociedad d贸cil a su mandatos, la dictadura c铆vico militar utiliz贸 la propaganda y la censura de forma abrumadora. Ten铆an especial inter茅s en formatear a las infancias de acuerdo a sus valores 鈥渙ccidentales y cristianos鈥 por lo que las obras art铆sticas destinadas a este segmento recibieron particular atenci贸n. Y los dibujos animados no escaparon a esa l贸gica.

En 1977, en el momento m谩s duro del terrorismo de Estado, el gobierno dictatorial difundi贸 por los canales de televisi贸n una progaganda animada que aun muchos recuerdan. Arrancaba mostrando una vaca siendo orde帽ada por unos monstruos de cara geom茅trica y dientes filosos, ropa negra y rostros rosados que la dejan flaca, mientras una f谩brica que est谩 en el fondo se derrumba.

En materia de censura, la dictadura que asol贸 al pa铆s entre 1976 y 1983, fue a煤n m谩s cavernaria que los otros gobiernos militares. Por ejemplo, como refleja la muestra itinerante "Libros que muerden", prohibieron obras como 鈥淓l Principito鈥 de Antoine de Saint-Exup茅ry o canciones como 鈥淓l twist del Mono Liso鈥 de Mar铆a Elena Walsh. Tambi茅n censuraron dibujos animados, como la recordada serie 鈥淓rase una vez el hombre鈥, la serie educativa francesa creada por Albert Barill茅, con coproducci贸n de otros pa铆ses europeos, Canad谩 y Jap贸n.

As铆 lo recuerda la periodista Ver贸nica Smink en la BBC: 鈥淟os militares ordenaron a Argentina Televisora Color levantar el ciclo luego de que el Episcopado se quej贸 de que el programa hab铆a puesto en tela de juicio el concepto de la creaci贸n divina como origen del mundo. Tambi茅n molest贸 un cap铆tulo que denunciaba la contaminaci贸n ambiental鈥.

Desde su primer cap铆tulo, la serie apelaba a las explicaciones cient铆ficas y no a la religiosidad para explicar el origen de la humanidad. Y en su 煤ltimo cap铆tulo, mostraba las consecuencias desastrosas para la naturaleza que generar铆a en el futuro una sociedad basada en el consumo. En Espa帽a y en Chile los gobiernos dictatoriales tambi茅n censuraron la serie.

El m谩s consagrado de los directores de animaci贸n argentina, Manuel Garc铆a Ferr茅, tambi茅n tuvo que esperar a que terminara la dictadura para estrenar 鈥淚co el caballito valiente鈥. Aparentemente, a los censores les molestaba la m煤sica de la productora, que era de Mikis Theodorakis, famoso por 鈥淶orba el griego鈥 y por su lucha antidictatorial. Reci茅n en 1987 se estren贸 en las salas de nuestro pa铆s.

Hay dos detalles en la pel铆cula que llaman mucho la atenci贸n y sobre los que Garc铆a Ferr茅 nunca dijo nada. Uno es la imagen de la mam谩 de Ico, con un pa帽uelo en la cabeza, pregunt谩ndose qu茅 ser谩 de su hijo que ya no est谩 m谩s con ella. El otro es que en el castillo del Rey a donde el protagonista de la pel铆cula va a entrenarse para formar parte de la caballeriza del Rey, hay una historia tenebrosa: todas las noches desaparece un caballo. Cuando Larguirucho denuncia la situaci贸n ante el monarca y su consejero, el Duque Negro, lo detienen. Los animales no lo quieren ayudar porque tienen miedo.

Tanto en el caso de Garc铆a Ferr茅 como en el de Feldman, el terrorismo de Estado se ensa帽贸 con sus familias.

En el caso del artista gr谩fico creador de 鈥淎nteojito鈥, seg煤n cuenta el periodista Marcelo Larraquy en 鈥淔uimos soldados鈥, tuvo un familiar directo desaparecido: Ernesto 鈥淓l Chino鈥 Garc铆a Ferr茅, militante montonero de 24 a帽os. En el caso de Feldman, en 1978 los genocidas desaparecieron y fusilaron a su hija Laura, militante de la Uni贸n de Estudiantes Secundarios (UES) que ten铆a 19 a帽os.

En aquellos a帽os de persecuci贸n y muerte, se segu铆an proyectando dibujos animados. Aunque suene ins贸lito, uno de los personajes m谩s populares del momento, la Pantera Rosa, se vi贸 involucrado con los dictadores.

En septiembre de 1975, unos meses antes del golpe, el personaje creado por Friz Freleng en 1963 comparti贸 la tapa de la 鈥淕ente鈥 con el jefe del Ej茅rcito, Jorge Rafael Videla. La revista conten铆a una entrevista ficticia a la caricatura y un perfil adulatorio del futuro dictador, seg煤n rescat贸 el periodista Federico Kukso.

El detalle curioso es que luego se supo que el jefe de la marina, el tambi茅n genocida Emilio Eduardo Massera, en su af谩n por ridiculizarlo en el marco del enfrentamiento que ten铆an, apod贸 a Videla como 鈥淧antera rosa鈥, por el parecido f铆sico que supuestamente ten铆an.

Memoria, verdad y justicia

En los 煤ltimos a帽os, la animaci贸n es parte de las obras creativas que colaboran con la lucha por memoria, verdad y justicia. Los casos m谩s difundidos son los de 鈥淟a asombrosa excursi贸n de Zamba a la Casa Rosada鈥 y el cap铆tulo 鈥淶amba pregunta: 驴qu茅 es la identidad鈥, en el que aparece la abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto. Son herramientas indispensables para educar en las escuelas y los hogares sobre qu茅 pas贸 durante la dictadura.

 

Fuente: T茅lam

 

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