¿Cómo tener mayor claridad y control sobre tu mente y evitar pensamientos negativos?
Probablemente te haya sucedido o te esté sucediendo que tengas pensamientos que te cuesta manejar, que aparecen involuntariamente o de forma abrupta e inesperada, son automáticos y sentÃs que te inundan.
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Generalmente estos pensamientos vienen asociados a algo negativo sobre uno mismo y sobre el entorno. Aquà te traigo información de valor que puede ayudarte a entender algunas de las razones por las que ello te sucede y cómo puedes hacer para gestionarlo mejor.
Estos pensamientos que te cuesta manejar llevan el nombre de pensamientos intrusivos. Y no aparecen porque estamos pensando precisamente, aparecen porque estamos teniendo pensamientos, que es diferente.
Pensar implica dos cosas muy importantes: intención y voluntad. No somos un vehÃculo autónomo con el GPS en automático, somos el conductor y nosotros elegimos hacia dónde ir. Y precisamente de esto se trata la METACOGNICIÓN, de ir más allá de tus pensamientos habituales. Implica gestionar y autodirigir los mismos. Los habituales tienen 4 caracterÃsticas: son desordenados, negativos, involuntarios y espontáneos.
AHORA, ¿QUÉ HACER PARA DETENER ESTOS PENSAMIENTOS DESORDENADOS Y ANSIÓGENOS?
El primer paso tiene que ver con ejercitar tu locus de control interno, para ello es fundamental que puedas trabajar en tu atención. Cuando la función cognitiva de la atención se encuentra alterada, el locus de control interno disminuye su efectivo funcionamiento.
Pero, ¿qué sucede con la atención en la era de las nuevas tecnologÃas? Sucede que hay un déficit de atención generalizado. Esto se debe a que tu biologÃa le da mayor importancia a lo novedoso porque el cerebro experimenta placer y recompensa mientras más información logra recoger del entorno, por lo tanto, tiende a distribuir la atención. Y debido a que en esta era la tecnologÃa está en el escenario principal y estamos sobre estimulados por ella, focalizar la atención se hace más complejo. El producto que las mayores empresas venden hoy, es tu atención, llegan notificaciones constantemente.
El multitasking es algo a lo que la mayorÃa de nosotros nos hemos acostumbrado, pero no siempre es la mejor opción porque de esta manera, al cerebro le cuesta más focalizar y completar tareas. El problema es que, si no completa esa tarea, la misma queda presente como un pensamiento en bucle, imaginando cómo terminarla.
Entonces, para ejercitar tu atención y por ende tu locus de control interno, realizar mindfulness cada vez que tu mente se dispersa, la reunifica y la centra. La práctica diaria de este tipo de meditación puede ayudarte más de lo que piensas. En muy resumidas palabras se trata de poner la atención en tu respiración y tus sentidos. Con el tiempo esta práctica puede transformarse en un hábito y volverse automática siendo capaz de llevarla a cabo sin que te esfuerces.
El segundo paso, tiene que ver con estructurar tus pensamientos. Lo puedes hacer escribiéndolos. Al hacerlo, te enfoca mejor en aquello que está desordenado, lo ordena y lo esquematiza. Escribir es como ir desenredando un ovillo de hilo, ya que las preocupaciones en bucle giran alrededor de sà mismas en circuitos cerrados.
Al quedar registrados tus pensamientos, puedes razonar sobre tus razonamientos (metacognición). Al escribirlos, los pensamientos intrusivos van a limitarse porque no vas a alcanzar a escribir todo lo que se te pasa por la cabeza. Eso permite mayor reflexión y control sobre los mismos y disminuyen las reacciones automáticas.
El tercer paso es ayudar a los dos primeros con hábitos asociados al ejercicio y la alimentación. Aumentar el consumo de vitamina C, B12 y Omega 3 puede contribuir a tu atención significativamente y por ende a tu memoria, disminuyendo paralelamente el consumo de azúcares y carbohidratos refinados y ultra procesados que dañan estas funciones y contribuyen a la generación de mayor nivel de estrés y elevados niveles de cortisol en sangre.
Espero que te sirvan estas recomendaciones ¡La información nos da poder sobre nuestra vida y cómo vivirla mejor!
* Por Merlina Faggiolani, Lic. en PsicologÃa - Mat. 4674