Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama: cómo identificar los factores que aumentan el riesgo de padecerlo

La doctora Julia Cuitiño destaca la importancia de la mamografía y los controles anuales para la prevención y detección temprana de la enfermedad. Detectado a tiempo, el cáncer de mama tiene una curación del 90 por ciento.

Por Natalia Burgos - Grupo Post

La Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora cada 19 de octubre el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Por esto, durante todo el mes de este Octubre Rosa se realizan múltiples campañas con el objetivo de concientizar y promover una detección temprana de la enfermedad, que en Argentina representa la primera causa de muerte por tumores malignos más frecuentes en la mujer. Una de cada ocho mujeres habrá sido diagnosticada con cáncer de mama en su vida.

¿De qué se habla cuando escuchamos decir que existen factores de riesgo modificables y no modificables en el cáncer de mama? ¿Cómo inciden los hábitos y el estilo de vida en el desarrollo de la enfermedad? ¿Cuál es la importancia de los chequeos y de realizar el autoexamen mamario? Para esclarecer estos interrogantes consultamos a la doctora Julia Cuitiño, especialista en Diagnóstico por Imágenes del Instituto Imagen Diagnóstica - Medicina de Avanzada de la provincia de Mendoza.

Ella confirma que las herramientas fundamentales para hacerle frente al cáncer de mama son la prevención, la detección temprana, acudir a los especialistas y realizar los controles anuales correspondientes.

Cuitiño afirma que a nivel global la mortalidad por cáncer de mama ha ido disminuyendo en los últimos años, pero a la vez la incidencia ha ido en aumento. Esto se debe a múltiples factores, uno de ellos son las persistentes campañas de concientización que “acercan más a las mujeres a la consulta y se realizan los estudios indicados; ya que, tanto los métodos por imágenes como los tratamientos avanzan de forma constante, lo que permite una detección más temprana y mayores tasas de curación”, señala la doctora. 

Por un lado, puntualiza que existen factores de riesgo no modificables como los antecedentes genéticos familiares, en edad mayor a 45 o 50 años, menstruación temprana o menopausia tardía, antecedente de radioterapia en tórax por otra patología, terapia hormonal prolongada, o no haber amamantado. De todas maneras, aclara que “estos factores de riesgo no son absolutos. Hay que tener en cuenta que solo entre el 5 al 10 por ciento de los casos son hereditarios”.

Por otro lado, asegura que se habla cada vez más de factores externos de riesgo modificables que influyen en la patología. Estos están relacionados con el estilo de vida y la alimentación, por ello se recomienda llevar un estilo de vida saludable, con alimentación equilibrada: rica en frutas y verduras, y baja en grasas saturadas; así como la actividad física regular y limitar el consumo de alcohol; hábitos que disminuyen de forma considerable la probabilidad de desarrollar la enfermedad, o de recurrencia en caso de pacientes ya tratadas.

Siguiendo con los factores de riesgo, la edad aumenta las probabilidades de tener esta enfermedad en aquellas mujeres que se encuentran cercanas a la menopausia, aunque en los últimos años se ha observado que la detección de la patología surge antes de los 40 años. 

En referencia a esto, la especialista de Imagen Diagnóstica, Julia Cuitiño detalla: “La consulta periódica con los especialistas y el autoexamen mamario también son herramientas importantes para la detección. El examen de mamas idealmente debería hacerse los últimos días del ciclo menstrual, cuando la mama está más descongestionada. En ese examen debemos prestar atención, frente a un espejo, a la forma de las mamas, la simetría de ambas, cambios de coloración, retracción de piel o pezón, venas prominentes, secreción o palpación de bultos”. 

Y concluye: “La gran mayoría de los tumores de mama son benignos, no hay que tener miedo y consultar en caso de detectar alguna anormalidad”.

Para tener en cuenta frente al autoexamen, la doctora especifica que “es importante recordar que los tumores palpables por lo general miden más de un centímetro o 1,5. A lo que apuntamos con los estudios por imágenes de rutina es a la detección precoz, antes de que sean palpables. Alrededor del 90 por ciento de los tumores menores de un centímetro se curan”. 

Cuitiño habla también sobre los métodos de control que se ofrecen en institutos como Imagen Diagnóstica. “La detección temprana salva vidas. Y la mamografía es el método que mejor ha demostrado disminuir la mortalidad por cáncer de mama. Este estudio se complementa con la ecografía. En casos especiales, como riesgo genético elevado, está también recomendada la resonancia magnética de mama”. 

“Debemos tener en cuenta que todos estos métodos son complementarios, ninguno reemplaza al otro. Estamos en el mes de octubre, mes de concientización sobre el cáncer de mama. Pero recordemos todo el año en acudir a los especialistas y realizar los controles correspondientes. Hablemos con nuestras madres, hermanas, amigas, para que también se controlen”, remarca y cierra con este mensaje final la doctora mendocina Julia Cuitiño. 

Datos sobre el cáncer de mama

Se trata de un tumor maligno que se origina por el crecimiento rápido y desordenado de las células que revisten los conductos de la mama, y si no es tratado de manera temprana puede avanzar hacia otras regiones del cuerpo, principalmente los ganglios linfáticos axilares. Se diferencia de otras enfermedades malignas en la agresión que el tratamiento implica a la imagen femenina y su afectación tanto física como psicológica de los pacientes.

En nuestro país, según cifras del Programa Nacional de Control de Cáncer de Mama, es la primera causa de muerte por tumores en mujeres y cada año se producen alrededor de 6000 fallecimientos por esta enfermedad. Estos números alarmantes, que estiman que se llegan a producir más de 22.000 nuevos casos por año, pueden cambiar drásticamente si se detecta a tiempo. 

Las estadísticas muestran que una de cada ocho mujeres será diagnosticada con cáncer de mama en su vida. Detectado en etapas iniciales, la Sociedad Argentina de Mastología indica que el cáncer de mama tiene una curación del 90 por ciento. Por ello se recomienda una mamografía y ecografía anual a partir de los 40 años o bien realizar este examen de base alrededor de los 35 años. 

En el caso de menores de 35 o 40 años, se recomienda realizar una ecografía con la periodicidad que el médico ginecólogo y mastólogo considere necesaria, según la historia personal de cada paciente. En caso de antecedente genético familiar, los controles deben comenzar 10 años antes de la edad de presentación de la enfermedad en el familiar afectado.

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