Cómo fue llegar a Doha y experimentar mi primer Mundial

Juani Vargas, uno de los tantos argentinos que viajó a presenciar la Copa del Mundo, nos cuenta de primera mano cuáles son sus primeras impresiones de Qatar, la organización y su experiencia en la cancha.

Producción especial para GrupoPost: Juani Vargas / Ana Cejas Avogadro

Luego de unos meses tachando fechas llegó el esperado día donde aterrizamos en Qatar para presenciar el partido de los octavos de final de Argentina contra Polonia.

Unos días antes, cuando el combinado nacional había perdido contra Arabia, el ánimo y las expectativas habían dejado un gran sabor amargo en todos los que con esfuerzo habíamos programado este tan ansiado viaje. 

Por suerte, ( y gracias a los jugadores que dieron vuelta el resultado), Argentina salía cabeza de serie, lo que permitía que todas las entradas que había comprado con tanta anticipación no tuvieran que ser cambiadas.

Llegar a Qatar te sorprende. El lujo se encuentra en todos lados, el país hizo todo lo posible para que los visitantes quedaran impactados. Algo que nos llamó poderosamente la atención fue la cantidad de energía que utilizan. Salís del metro y el brillo es literal por todos lados. En las calles hay aire acondicionado y luz, mucha luz.

Qatar no es un "país futbolero", por lo que muchos de los que no consiguieron entradas a los partidos se acercan a los famosos Fan Fest que la FIFA dispuso para la ocasión.

Algunos Fan Fest son gratuitos, mientras que en los pagos es donde se han realizado recitales de cantantes famosos como el de Maluma. Muchos se acercan para escuchar algo de música, ver los partidos y tomar algún trago o cerveza, ya que es uno de los pocos puntos donde se consigue alcohol en el país.

El precio del alcohol es muy elevado. La conversión oficial del dólar al qatarí se da dividiéndolo por 3.64, el vaso de cerveza sale 50 qataris, más o menos US$13. Al ser un evento tan importante como el mundial, tiene un diseño único por lo que muchos lo compran para tener el recuerdo.

Algo negativo es que han hecho todo lo posible para estar a la altura de un evento como este, pero los días que hay partidos los metros se colapsan e internet y la app de la FIFA se caen, lo que lleva que se generen retrasos para ingresar a la cancha.

La entrada a la cancha es totalmente ordenada, se ingresa rápido (cuando funcionan las aplicaciones de los tickets). No existe el famoso "cacheo" de Argentina que muchas veces te demora, y tenés todo el tiempo personal dispuesto a ayudarte, acompañarte en todo momento, más allá de que las puertas están muy bien señalizadas.

Desde la organización no permiten ingresar con banderas que excedan los 2.50  metros de largo por 1,50 de alto. En cada ingreso tienen una referencia donde la miden, además ven absolutamente todas las frases y dibujos que tienen las banderas para que no contengan insultos, cuestiones políticas o nada que esté "prohibido".

Tampoco se permite el ingreso de objetos contundentes como cámaras de fotos y mucho menos bengalas o humo.

Los estadios, que tienen una arquitectura espectacular, son muy cómodos. Un punto a destacar es que se ha generado malestar entre los espectadores, ya que las entradas se dividen en categorías 1, 2 y 3 y muchas veces, las más económicas se encuentran en mejores ubicaciones. 

Como siempre la hinchada aporta un espectáculo sensacional y los latinoamericanos son los que más fiesta le ponen. Ni hablar de los argentinos, que se hacen escuchar hasta en partidos donde la "Scaloneta" ni siquiera juega.

Ahora si a disfrutar de este tan ansiado partido que tanto tiempo soñamos ver y que nos puede dar el paso a cuartos de final y la ilusión de que, este 2022, la Copa se venga para casa.

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