Museo de Huinganco: donde se cuenta la historia de los árboles de 1200 años

La naturaleza en su máximo esplendor se puede apreciar en el lugar, donde se exhibe la rodaja del ciprés de la Cordillera del Viento, considerado el abuelo de los árboles neuquinos.

El norte neuquino es esa tierra donde todo lo mágico, todo lo inmensamente natural está al alcance de la visión humana. Conocer realmente su pasado es un argumento fundamental para cuidarlo. El Museo del Árbol y la Madera es uno de esos rincones donde se atesora toda la riqueza de su tierra, de sus bosques, de su gente y de su propia historia. Aquí se exponen troncos petrificados, variedades de maderas de la región y una rodaja de un ciprés de más de 1200 años de antigüedad. 

El museo fue abierto por primera vez en el año 1993 como parte de las actividades programadas en lo que fue la primera Fiesta de la Tala Experimental y el Obrero Forestal. Sus inicios se vinculan básicamente con el resguardo de piezas antiguas y para propiciar exposiciones particulares. Sin embargo, con el tiempo se empezaron a consolidar las temáticas relacionadas a la historia de la madera y la riqueza forestal de la Cordillera del Viento.

Por consiguiente, el Museo del Árbol comenzó a adquirir una relevancia exponencial por el alto valor cultural y artesanal que se comenzaron a albergar en sus paredes. Es así que tanto el patrimonio de luchas, alegrías y tristezas de los obreros forestales como los valiosos secretos de la magia de la naturaleza del hoy conocido como el “Jardín del Neuquén” quedaron al alcance del conocimiento de todos. “Nadie ama lo que no conoce”, pensaron los creadores de este espacio histórico, cultural y turístico de la localidad.

Pasaron 25 años cuando el hoy reconocido historiador Isidro Belver sugirió convertir en Museo el depósito donde guardaban las herramientas. Hasta ese momento la rodaja de ciprés permanecía en la oficina del jefe y hasta allí llegaba mucha gente a visitarla. Para darle más visibilidad y preponderancia a la tremenda reliquia histórica es que se decidió la creación del Museo del Árbol y la Madera en el año 1993.

Históricamente el patrimonio del museo ha sido custodiado por mujeres. Muchas de ellas han pasado por el lugar y han dejado una fuerte impronta. Hoy ese importante rol lo ocupan Flavia y Luz Saso (primas), María Retamal y la guía de turismo Antonella La Torre. 

Una de las piezas más valiosas que se exhiben en el Museo es la rodaja de un ciprés de 1200 años de Cañada Molina (Área Natural Protegida ubicada a aproximadamente 5 km al norte de la localidad de Huinganco), considerados los árboles vivos más antiguos del hemisferio sur.

Se extrajo de un ejemplar de Rahueco, volteado por una tormenta en el año 1989. Luego de pulida, se le contaron más de 1200 anillos (1 anillo=1 año). Lo que hace más valiosa esta rodaja es que sobre su estructura figura una línea de tiempo donde se da cuenta de su nacimiento en el año 800 D.C. en lo alto de la Cordillera del Viento justamente sobre el arroyo Rahueco. Además de dos hechos fundamentales de la historia como el descubrimiento de América en el año 1492 y la declaración de nuestra Independencia Nacional en el año 1816.

Resguardar la rodaja milenaria y otras rodajas, mostrar tareas forestales, capacitación forestal visual, muestra de utilidades y productos de la madera y el árbol, artesanías con madera, folletería Cañada Molina y Bosques son algunos de los objetivos del Museo del Árbol y la Madera. Además de promover y atender visitas educativas escolares y turísticas guiadas al Vivero.

El horario de atención del museo, en esta época estival, es de lunes a viernes de 06 a 13 y de 17 a 21 horas. En tanto los sábados, domingos y feriados el horario es de 09 a 12 y de 17 a 21 horas. Además de recorrer el museo se puede visitar y comprar flores y plantas en el vivero provincial.

Fuente: Medios-Turismo de Neuquén.  

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