El desarrollo minero más relevante de Río Negro da un paso decisivo. Ivana Minerales S.A. (IMSA), sociedad entre la canadiense Blue Sky Uranium y una empresa del grupo Corporación América, de Eduardo Eurnekian, lanzó un programa de exploración destinado a avanzar hacia la prefactibilidad del Proyecto Amarillo Grande, un polo de uranio y vanadio con epicentro en las cercanías de Valcheta, en la región sur rionegrina.
El plan contempla estudios geofísicos, perforaciones y un análisis técnico integral que permitirá definir los próximos pasos en el proceso de desarrollo. Los trabajos comenzaron con un estudio de tomografía eléctrica polo-dipolo en el objetivo Ivana Gap, que busca identificar nuevos puntos de perforación al norte del yacimiento principal.
En paralelo, la compañía finalizó un programa de perforación de relleno en el Depósito Ivana, con 4.959 metros distribuidos en 328 pozos, lo que eleva el total a 15.839 metros perforados en 1.166 pozos. Este avance marca un hito en el camino hacia el estudio de prefactibilidad (PFS), necesario para determinar la viabilidad técnica y económica del emprendimiento.
El depósito de uranio Ivana forma parte del bloque Amarillo Grande, que se extiende sobre un corredor mineralizado de 145 kilómetros. Su potencial reside en la posibilidad de realizar una extracción de bajo costo, en una mina a cielo abierto, y aprovechar también la presencia de vanadio, mineral clave para la industria del acero y el almacenamiento de energía.
El presidente y CEO de Blue Sky, Nikolaos Cacos, destacó que estos programas “fortalecen la estrategia de avanzar los objetivos de exploración hacia depósitos de uranio económicamente viables, con Ivana como potencial punto de partida y centro de procesamiento”.

Además, IMSA inició un análisis de brechas, una auditoría técnica que durará entre cuatro y seis semanas, para identificar los estudios, permisos y obras de ingeniería necesarios para pasar de la etapa de exploración a la de desarrollo.
En su plan de inversiones presentado ante las autoridades provinciales, Blue Sky proyectó USD 35 millones para la fase exploratoria y alrededor de USD 160 millones para la construcción y puesta en marcha de la mina, una cifra que posiciona al proyecto entre los más significativos del país.
De consolidarse, Amarillo Grande no sólo fortalecerá la diversificación productiva de la Patagonia rionegrina, sino que también podría convertir a Río Negro en un referente nacional en la producción de uranio y vanadio, minerales estratégicos para la transición energética.