
Bariloche vuelve a convertirse en epicentro de la política nacional. Desde este jueves, la ciudad rionegrina será sede del XXVIII Foro Iberoamericano de Garantías, un encuentro que cada año convoca a especialistas, empresarios y funcionarios, pero que en esta edición tendrá un fuerte condimento político: al menos ocho gobernadores de distintos signos confirmaron su presencia, en una foto de unidad que buscará enviar un mensaje contundente a la Nación en defensa del federalismo y los recursos provinciales.
El anfitrión será el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien en los últimos meses se consolidó como una de las voces más firmes frente a los recortes de fondos nacionales y la paralización de la obra pública. Con experiencia en la construcción de consensos y capacidad de diálogo con espacios diversos, Weretilneck aparece como articulador de un frente transversal que trasciende partidos y se apoya en la premisa de que los recursos deben distribuirse con previsibilidad y equidad.
La presencia de Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén, aporta un peso adicional a la cumbre. Desde la provincia energética por excelencia, Figueroa se ha convertido en un actor clave en la discusión nacional: la producción de Vaca Muerta coloca a Neuquén en el centro de la estrategia económica del país, y su figura aparece cada vez más como referencia para sostener un reclamo equilibrado de federalismo fiscal. La decisión de sumarse a Bariloche refuerza el mensaje de unidad y marca el compromiso de defender las finanzas provinciales sin romper puentes con la Casa Rosada.
Junto a Weretilneck y Figueroa estarán Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Sergio Ziliotto (La Pampa), Marcelo Orrego (San Juan) y Hugo Passalacqua (Misiones). Este bloque de mandatarios heterogéneo, que reúne peronistas, radicales y partidos provinciales, se muestra dispuesto a trabajar en conjunto pese a las diferencias ideológicas. “No se trata de un reclamo partidario, sino institucional”, remarcan en los despachos provinciales.
La coyuntura le da al encuentro un peso político singular. El Senado rechazó recientemente el veto presidencial a la Ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y con 59 votos ratificó la norma, en lo que fue leído como un triunfo de las provincias frente al Ejecutivo. Para los gobernadores, la restitución de ese mecanismo es clave porque garantiza certidumbre en la llegada de fondos que hasta ahora dependían de la discrecionalidad de la Casa Rosada. El tema se volvió urgente en un escenario de caída de transferencias no automáticas, salarios provinciales presionados y obras públicas paralizadas.

En este contexto, la foto de unidad en Bariloche cobra un valor que excede el foro. La defensa del federalismo, entendida como la exigencia de una distribución justa de recursos, aparece como punto de coincidencia para provincias con realidades muy distintas. Mientras Weretilneck representa la voz de la Patagonia y de las economías regionales en crisis, Figueroa aporta el respaldo de un distrito estratégico para el desarrollo energético nacional.
El Foro Iberoamericano de Garantías, que tradicionalmente se centra en el financiamiento para pymes y en los sistemas de garantías productivas, funcionará como telón de fondo de un debate mucho más amplio: el modelo de federalismo que el gobierno nacional busca imponer. En Argentina, los fondos de garantía se consolidaron como herramientas claves para mejorar el acceso al crédito, y actualmente 18 fondos en marcha administran más de 1,7 billones de pesos, según datos de FONRED. Sin embargo, será la política la que se robe las miradas.
Aunque no se espera un documento formal, la imagen de gobernadores de distintas provincias y partidos juntos en Bariloche será un símbolo de advertencia: las provincias no están dispuestas a resignar sus recursos ni a perder previsibilidad en la administración de sus presupuestos. El mensaje será claro: la defensa del federalismo no es negociable.