Un adolescente de Viedma, Río Negro, perdió la visión total del ojo derecho luego de recibir el impacto de una bala de goma disparada por un agente policial durante un operativo de seguridad. Tras una demanda civil iniciada por su familia, el joven será indemnizado.
El hecho ocurrió mientras la familia regresaba a su domicilio luego de participar de una actividad religiosa. Según declararon, observaron un operativo policial en la vía pública y se resguardaron en su hogar. Desde el interior, uno de los agentes levantó su escopeta y disparó por encima del paredón, impactando el proyectil en el adolescente que estaba en la puerta.
Pericias balísticas confirmaron que el disparo se realizó con munición de goma desde una distancia menor a la recomendada por el fabricante, sin evidencia de rebote. Los exámenes médicos constataron la pérdida de visión y establecieron una discapacidad visual del 33%.

El agente implicado negó haber actuado de forma indebida, asegurando que respondió a un disturbio y que utilizó el arma conforme a protocolos, mientras que culpó al adolescente de participar en los incidentes.
El juez contencioso administrativo evaluó las pruebas y concluyó que el disparo se efectuó desde la vereda, hacia el interior de la propiedad, sin que existiera amenaza que justificara el uso de la escopeta antitumulto. Destacó además que el operativo se originó por un llamado al 911 por una persona extraviada, y no por un disturbio, por lo que el uso del arma constituyó un exceso y un desvío de finalidad.
Como resultado del fallo, se reconoció la indemnización por incapacidad sobreviniente, los gastos del tratamiento psicológico y el daño extrapatrimonial, recayendo la condena tanto sobre el efectivo policial como sobre el Estado. La Justicia, en cambio, rechazó el reclamo por daño moral de la madre del joven por falta de legitimación en este proceso.
Fuente: Medios