Una noche que pudo terminar en tragedia se transformó en una historia de vida gracias a la rápida reacción de un grupo de policías del Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER) de Cipolletti. Pasadas las 22 del lunes, una joven madre de 24 años llegó a la base de la unidad en el barrio Ferri con su beba en brazos, sin respirar y con convulsiones.
Los efectivos no dudaron un segundo. Mientras uno de ellos inició maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), otros prepararon el móvil policial para emprender una urgente carrera hacia el hospital Pedro Moguillansky. Durante el trayecto, las maniobras continuaron y el resto de las unidades de la ciudad colaboraron despejando el camino bajo un “código rojo”.
La tensión se mantuvo hasta el ingreso al hospital. En ese momento, un llanto interrumpió el silencio y confirmó lo que todos esperaban: la beba había recuperado el pulso y la respiración. El alivio se reflejó en el abrazo de la madre a su hija y en la emoción de los uniformados que habían participado del rescate.
El personal médico confirmó luego que la pequeña se encontraba estable y destacó la intervención policial como clave para salvarle la vida. Desde el Ministerio de Seguridad de Río Negro felicitaron a los sargentos Jaime Damián Pereira, Jorge Damián Burgos y al cabo primero Julián Alejandro Busnadiego por su “acción decidida, profesional y profundamente humana”.
El episodio reafirma la importancia de la capacitación en primeros auxilios y la vocación de servicio de quienes, en medio de la urgencia, lograron devolverle la vida a una niña y la esperanza a toda una familia.







