Un apocalipsis, pero criollo: cómo se filmó El Eternauta en Buenos Aires
La esperada serie, protagonizada por Ricardo Darín, se estrena el 30 de abril en Netflix. La producción transformó Buenos Aires en un escenario apocalíptico, recreando la nevada mortal de la historieta original.
Sin dudas El Eternauta es la serie argentina más esperada del año. Su estreno será el 30 de abril por Netflix y está basada en la icónica historieta creada por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, publicada originalmente entre 1957 y 1959 en la revista Hora Cero.
Con el paso del tiempo, la obra se convirtió en un símbolo de resistencia frente a la dictadura militar argentina. Su autor fue secuestrado y asesinado en 1977 por su militancia política.
Una historia cargada de resistencia política
La historia arranca con una nevada mortal que cae sobre Buenos Aires, marcando el inicio de una invasión alienígena que pone en jaque a la humanidad.
Juan Salvo, el protagonista, junto a su familia y amigos, se convierte en un héroe accidental en medio del caos.
El Eternauta no solo destaca por su potencia narrativa y estética dentro del género de ciencia ficción, sino también por su profundo simbolismo político y social. Es una historia sobre la resistencia colectiva, la solidaridad y la lucha frente a la adversidad.
La historia original fue adaptada y dirigida por Bruno Stagnaro, con la colaboración de Ariel Staltari, y cuenta con Ricardo Darín en el papel protagónico de Juan Salvo.
La producción promete ser una joya visual
La serie apunta a mantener viva la esencia de la historieta clásica, pero reinterpretada desde una mirada actual.
Con seis episodios, se perfila como una de las producciones más ambiciosas de Netflix en América Latina, destacándose por su potente propuesta visual y su capacidad para resonar tanto con el público local como con audiencias internacionales.
La filmación en Buenos Aires fue un desafío colosal que convirtió a la ciudad en un auténtico paisaje apocalíptico.
El rodaje se extendió entre mayo y diciembre de 2023, e involucró más de 35 locaciones reales y 25 escenarios virtuales desarrollados con tecnología de última generación conocida como Virtual Production.
Esta innovadora técnica permitió fusionar imágenes reales de la ciudad con efectos digitales, logrando una ambientación devastada y sobrecogedora, fiel al universo de la historieta y al dramatismo de la famosa nevada mortal.
Un desafío para la producción
Para recrear una Buenos Aires sumida en la nevada tóxica de El Eternauta, se utilizaron cinco tipos distintos de nieve artificial: desde sal entrefina para simular huellas, hasta espuma seca para las intensas tormentas.
Lugares emblemáticos como la Avenida General Paz, Barrancas de Belgrano y la cancha de River Plate fueron transformados para reflejar el caos y la desesperación que atraviesan Juan Salvo y su grupo.
El nivel de realismo y detalle no solo rinde homenaje a la historieta original, sino que también eleva a la serie como una de las apuestas más ambiciosas de Netflix en América Latina.
Bruno Stagnaro, director de El Eternauta, subrayó que el mayor desafío de llevar la icónica historieta a la pantalla fue "preservar el espíritu original de la obra, que muestra a personas comunes enfrentando lo extraordinario en su vida cotidiana".
Recrear una Buenos Aires apocalíptica implicó un enorme reto técnico y narrativo.
Stagnaro también destacó que la serie busca conectar con la esencia de la argentinidad, mostrando cómo los personajes atraviesan la adversidad con ingenio, solidaridad y humanidad.
Para asegurar fidelidad al legado cultural de El Eternauta, el equipo trabajó en estrecha colaboración con Martín Oesterheld, nieto del autor, garantizando que la adaptación honre la visión de Héctor Germán Oesterheld en un lenguaje contemporáneo y audiovisual.
Fuente: Medios