En medio del discurso oficial de austeridad, una delegación de cinco funcionarios argentinos viajó a San Cristóbal y Nieves, una pequeña isla del Caribe, para participar de la “Semana de la Agricultura del Caribe”, un evento de bajo perfil internacional. El viaje, encabezado por el vicecanciller Fernando Brun, incluyó pasajes en clase business, viáticos en dólares y alojamiento en un hotel cinco estrellas con tarifas que rondan los US$600 por noche.
El viaje se realizó entre el 29 de septiembre y el 3 de octubre, y generó fuerte malestar dentro y fuera del Palacio San Martín. La comitiva estuvo integrada por Brun, el Director Nacional de Cooperación Internacional, Mateo Estreme; el embajador en Barbados, Ciro Ciliberto; el Director de Integración Económica, Marcos Stancanelli; y el Subsecretario de Agricultura, Manuel Chiappe.

Desde la Cancillería, confirmaron que Brun voló en clase ejecutiva, con un pasaje cercano a los US$10.000, amparado en su “rango de secretario de Estado”. Además, los cinco funcionarios cobraron viáticos diarios de más de US$350 cada uno, y se alojaron en el St. Kitts Marriott Beach Resort, un hotel de lujo frente al mar.
Según un informe interno de la Cancillería, el objetivo de la misión fue “reforzar vínculos políticos con los Estados del Caribe” y buscar apoyos en organismos internacionales sobre la cuestión Malvinas. Voceros oficiales aseguran que se concretaron más de una docena de reuniones bilaterales.
Sin embargo, voces críticas dentro del mismo Ministerio de Relaciones Exteriores pusieron en duda la relevancia del evento y el nivel de la delegación enviada. “Fue una actividad de tercer orden. Podríamos haber mandado al embajador de Barbados con algún funcionario de Agricultura”, señaló un diplomático con conocimiento del tema.
También se destacó que ni Brasil ni México, referentes regionales, enviaron funcionarios de alto rango al encuentro, y se cuestionó la falta de criterios claros para definir la participación argentina.
Además, el país anfitrión, San Cristóbal y Nieves, con una población de 50.000 habitantes, es considerado un paraíso fiscal y mantiene un intercambio comercial prácticamente nulo con la Argentina, lo que incrementó las críticas por el costo y la pertinencia del viaje.
Fuente: Medios







