Tras las medidas preventivas difundidas por el Gobierno nacional ante la circulación de la influenza A H3N2, infectólogos y sanitaristas advirtieron que la vacunación es la respuesta más efectiva para evitar un aumento de casos, aunque alertaron por un escenario complejo debido a la falta de stock y a la caída en la cobertura. Además, remarcaron la importancia de sostener medidas de cuidado como el lavado de manos, la ventilación y el uso de barbijo en personas vulnerables.
En diálogo con medios, el infectólogo Daniel Stecher señaló que es clave “mantener la vigilancia a través de las Unidades de Monitoreo Ambulatorio”, que permiten identificar qué virus respiratorios circulan en el país. En ese sentido, advirtió que “es probable un aumento de casos y un adelantamiento de la temporada de gripe, como ya se observa en el hemisferio norte”.

Stecher explicó que las medidas preventivas siguen siendo las habituales: higiene de manos, cubrirse al toser y evitar aglomeraciones. Sobre el barbijo, aclaró que “no se plantea como una conducta general”, pero sí es recomendable en personas con factores de riesgo.
Por su parte, el sanitarista y emergentólogo Eduardo Arellano coincidió en que la vacunación debe ser la prioridad, aunque alertó sobre “graves problemas con el stock de vacunas” en el Ministerio de Salud. “Hay una caída de hasta el 50% en la cobertura del calendario nacional, lo que también afecta a la vacuna antigripal. Al no haber disponibilidad suficiente, muchas deben comprarse en el exterior”, explicó.
Ambos especialistas subrayaron que la vacuna que debe aplicarse es la disponible en el país y que su colocación es anual. Arellano advirtió que la situación podría agravarse “si no se inicia una campaña de vacunación masiva”, al menos dirigida inicialmente a los grupos vulnerables: bebés, personas mayores, embarazadas y pacientes con enfermedades crónicas.

Stecher reforzó que la vacunación es “la mejor forma de prevención”, especialmente en personas con mayor riesgo de internación o fallecimiento, como niños pequeños, mayores de 65 años, embarazadas y personas con enfermedades cardíacas, respiratorias, inmunodepresión u obesidad.
Si bien ambos especialistas llamaron a no generar alarma, coincidieron en la necesidad de reforzar la prevención. Arellano sostuvo que, aunque el barbijo no es obligatorio, debería utilizarse como “higiene respiratoria”, especialmente ante síntomas o en ámbitos de salud, y destacó el lavado de manos y la ventilación cruzada como medidas fundamentales. “Como país, necesitamos una cobertura adecuada de vacunas y una campaña clara de información para la población”, concluyó.
Fuente: Medios
