Este cambio de fecha del 26 por el 25 tiene como objetivo permitir que los comercios cierren por completo para que los empleados puedan disfrutar plenamente su día.
Los empleados pueden aceptar o no trabajar el 25 de septiembre. Los dueños de los locales deberán pagar doble la jornada a aquellos trabajadores que asistan a realizar sus tareas.