El gobierno rionegrino decidió avanzar con el pago de la suma fija correspondiente a octubre, pese al rechazo de todos los gremios estatales, y aplazó la reapertura de la negociación salarial hasta después de los comicios.
La semana pasada, el gobernador Alberto Weretilneck había reabierto el debate paritario frente al rechazo sindical a la propuesta de otorgar “sumas fijas por única vez” para octubre y noviembre, y había anticipado un nuevo llamado a negociar. Sin embargo, finalmente ordenó al Ministerio de Hacienda que liquide y deposite los bonos ofrecidos inicialmente.
Los pagos, que se concretarán el viernes, alcanzarán a unos 53.000 agentes del Poder Ejecutivo y demandarán alrededor de 4.000 millones de pesos. Los montos serán de 50.000, 75.000 y 100.000 pesos, según la antigüedad del empleado.
En paralelo, el área económica evalúa cómo podrían incorporarse esas sumas al haber mensual, aunque ese punto quedará para futuras paritarias. Los gremios reclaman que los montos sean parte del salario y no un refuerzo por única vez.
ATE y Unter decidieron no avanzar con medidas de fuerza mientras esperan una nueva convocatoria. La conducción de Unter suspendió su Congreso provincial, mientras que ATE no reunió a su Plenario, aunque reiteró su rechazo en la Función Pública.
Por su parte, UPCN ratificó su posición contraria al esquema de bonos en un Plenario realizado en Viedma y elevó una propuesta alternativa: incorporar parte de las sumas fijas al básico y otorgar una recomposición del 50% en dos tramos del 25%, para octubre y noviembre. Según el gremio, el bono “no responde de manera adecuada a los reclamos ni se integra de forma justa y sostenible al esquema salarial vigente”.
Así, el gobierno provincial buscará retomar la discusión salarial con los sindicatos recién después de las elecciones, en un clima de tensión y expectativa por la definición del esquema de aumentos para fin de año.